EL MIEDO A LO QUE NOS RODEA
PSIQUIATA. Carlos López de Lamela Velasco
NUESTRA SOCIEDAD ES NARCISISTA, DE SOLITARIOS, CON MIEDOS BASTANTES GENERALIZADOS COMO EL CASO DEL FÓBICO QUE BUSCA RELACIONARSE PERO QUE A LA HORA DE HACERLO ENCUENTRA EXCUSAS PARA SALIR CORRIENDO Y EVITAR EL COMPROMISO. VIVIMOS CON NOSOTROS MISMOS Y SÓLO A VECES DAMOS ENTRADA A LOS DEMÁS, ESTO SE AGUDIZA EN LAS GRANDES CIUDADES DONDE EL ANONIMATO Y EL AISLAMIENTO ES UNA CARACTERÍSTICA COMÚN. HUÍMOS POR TEMOR A QUE ALGUIEN NOS FALLE. ¿CÓMO ME SIENTO SEGURO DEPENDIENDO SÓLO DE MÍ, CREYENDO SÓLO EN MÍ?
Las fobias son un temor que consideramos irracional, no justificado ante una situación que en sí misma no supone una amenaza o riesgo pero que, sin embargo, la persona vive con un grado de angustia elevada. De niños todos hemos sentido algún temor como el miedo a determinados animales, casi generalizado entre los pequeños. Se trata de un sentimiento general y quien crea que no lo ha padecido se autoengaña, además, tenemos buenas razones para sentirlo.
Acordémonos de nuestro nacimiento, un cambio drástico de medio, abandonando la placidez y seguridad de la madre para entrar en un mundo nuevo. Esta situación es tomada por el bebé como una amenaza acompañada de una carga de estrés elevadísima ni mucho menos comparable al que los adultos podemos padecer en el trabajo o en nuestra vida cotidiana. De ello no tenemos recuerdos, pero, ¿cual es el milagro que nos hace olvidar tal situación? seguramente el hambiente de protección y cariño con el que la madre consigue envolver a su hijo.
“La sociedad actual no apuesta por la relación con otros seres humanos porque en el fondo tememos que nos fallen y “antes de que tu me falles prefiero vivir sólo con mis propias satisfacciones”.
Vivimos en una sociedad donde cada uno hace su vida y comparte lo menos posible. Vamos hacia una sociedad de lobos solitarios donde el sentido de solidaridad cada vez disminuye más.
La personalidad fóbica es una estructura donde lo importante es encontrar la distancia justa en la relación con las cosas, con la pareja, con los amigos, con los desconocidos. Es frecuente que el paciente evite unirse demasiado en sus relaciones y al profundizar descubrimos que es porque esa relación estrecha se suele vivir como una amenaza. Se tiende entonces a alejarse, a huir, pero al hacerlo siente que aún así no consigue lo que desea. A este tipo de personas les cuesta encontrar la distancia adecuada donde sentirse satisfecho pero a la vez seguro.
Ademas, tenemos fobias generalizadas como la del avión, que es un miedo irracional a un medio de transporte seguro, o el miedo a hablar en público, reconocido por más de la mitad de la población que reconocen un gran nivel de temor a la hora de hablar delante de otros aunque sepan que nadie les va a hacer daño.
PERDER EL MIEDO AL MIEDO
Una de las características generales de cualquier transtorno psiquico es que, en principio, cuesta enfrentarse al problema y jugamos permanentemente a escabullirnos de la realidad, por eso, el primer paso hacia la superación es siempre aprender a salir de esta constante negación.
El temor tiene un simbolismo, el paciente viene con el síntoma, miedo al ascensor o a determinado animal, pero generalmente no es esto a lo que teme y en la terapia descubres que lo que en realidad rechaza es algo que ni siquiera tiene en su cabeza. Quien siente angustia se siente mucho mejor delimitando la situación. Puede ser entonces que problemas difíciles de aceptar como una mala relación con la pareja o de autoestima se manifiesten en sensaciones tales como evitar subirse a un ascensor o temor a los espacios abiertos.
El miedo forma parte de nuestra vida y hay que asumirlo con esa naturalidad. Hay quien lo vive dentro de una situación de crisis que hay que superar o personalidades fóbicas que son incapaces de enfrentar sus miedos por sí mismas.
GENETICA O APRENDIDA
En psicología siempre hay una base genética, somos siempre lo que la genética nos ha preparado más el fruto del ambiente que nos rodea. En las fobias es normal encontrar un ambiente de temor en la infancia y suele ser una madre protectora y miedosa quien transmite al hijo todo un mundo de temores e inseguridades, “ten cuidado con...”. Por supueto cuando hablamos de madre hablamos siempre de quien representa esta figura, esa primera persona con la que arrancamos emocionalmente en nuestros dos primeros años de vida y que va a tener una influencia enorme en nosotros. Una madre miedosa proyecta este sentimiento en los hijos. Una prueba de ello son algunas fobias extrañas que hemos tratado en consulta como el caso del miedo a las tormentas en Canarias, donde no son un fenómeno habitual. Indagando sólo un poco en el origen del problema nos damos cuenta de que era la madre quien realmente lo padecía y quien se había encargado de transmitirlo a sushijos.
FOBIAS PARA TODOS
Las fobias parecen discriminar a sus víctimas. Las generadas por situaciones habituales como la agorafobia o la claustrofobia, suelen afectar más a la mujer mientras que el juego fóbico-contrafóbico, el retador del miedo, es eminentemente masculino y suele estar bien visto. En niños son casi habituales las fobias a los animales o a la oscuridad que en definitiva no traduce mas que el temor a separarse de la figura protectora de los padres.
En cuanto a los mayores con estos condicionamientos podemos decir que, a la larga, son la consecuencia de aprender a convivir con sus temores y a vivirlos con naturalidad.
¿MIEDO O FOBIA?
El miedo es un sentimiento como otro cualquiera. Una sensación normal con la que tenemos que convivir día a día, pero hay personas que en esa convivencia sucumben, se sienten impotentes y se bloquean, aparece entonces la fobia. Un buen ejemplo de esto es el miedo a los examenes a los que todos solemos asistir con cierta preocupación y nerviosismo, sin embargo, hay quienes se niegan a realizarlos ya que una conducta defensiva habitual contra la fobia es el evitarla. Nos encontramos alumnos que llegan al último curso y no consiguen graduarse ante la imposibilidad de presentar el examen. Un miedo que en el fondo suele esconder un temor al fracaso.
FOBICO CONTRAFOBICO. Es un juego que consiste en retar al miedo. Muchas veces las conductas de riesgo de los grandes héroes son fóbicas ya que generan un enfrentamiento exagerado a sus propios miedos. Hay pacientes que son tremendamente valientes y arriesgados, con profesiones peligrosas, son fóbicos que se enfrentan a situaciones de riesgo con conductas audaces. Son capaces de luchar con mucho temor contra un miedo específico, la tormenta o subirse al ascensor, y enfrentarse sin problema a verdaderos riesgos.
Un buen ejemplo es el del torero, con temores que trata de superar a través del pensamiento mágico recurriendo a amuletos e imágenes, mientras, por otro lado, demuestra su valentía enfrentandose al peligro dentro de la plaza.
Té para todos
-
Los objetos vinculados al Té nos transportan a un entorno placentero y
acogedor para con nosotros mismos y, de una forma distendida y agradable,
con las pe...
No hay comentarios:
Publicar un comentario